Mañana domingo 18 de enero de 2015 la Iglesia universal celebra la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado. Con este motivo se ha lanzado una campaña, que bajo el lema “Una Iglesia sin fronteras, madre de todos“, trata de destacar el papel de la Iglesia en la acogida de los emigrantes, en la situación actual, una acogida que busca la integración de las personas en todos los ámbitos: educativo, laboral y personal. El Papa Francisco en su mensaje se dirige a los emigrantes y refugidados: “ocupáis un lugar especial en el corazón de la Iglesia, y la ayudáis a tener un corazón más grande para manifestar su maternidad con la entera familia humana. No perdáis la confianza ni la esperanza. Miremos a la Sagrada Familia exiliada en Egipto: así como en el corazón materno de la Virgen María y en el corazón solícito de san José se mantuvo la confianza en Dios que nunca nos abandona, que no os falte esta misma confianza en el Señor“.