HISTORIA: El artículo que en 1970 alertó del olvido de la Virgen de la Saleta en Zamora

Comenzamos con este breve artículo una serie de publicaciones periódicas que, bajo el epígrafe “HISTORIA”, contribuirán a reunir en la página web y redes sociales de nuestra Cofradía, notas y apuntes sobre el pasado de la advocación de la Virgen de la Saleta en Zamora, reconstruyendo y divulgando así nuestro propio pasado.

Traemos en esta primera ocasión un peculiar documento de la mano del que fuera verdadero divulgador de la advocación de la Virgen de la Saleta en España en la segunda mitad del siglo XX, el misionero saletino Juan Magro Andrés (1928-2008). Este miembro de la congregación misionera con sede inicial en Madrid, luego en Valladolid y, finalmente, en Siador (Pontevedra), recorrió todo el territorio nacional rescatando del olvido imágenes, capillas y asociaciones de fieles dedicadas a la Virgen de la Saleta.

articulo_1970_articuloEl 23 de octubre de 1970 el diario El Correo de Zamora publicaba en su sección de información local un artículo firmado por Juan Magro, bajo el título “La aparición de la Virgen en la Saleta. El 19 de septiembre se cumplió el centenario de la entronización de su imagen en Zamora. Ramón Álvarez fue el escultor”. El texto aparece ilustrado con una fotografía de la escultura en bronce que se encuentra en el lugar de la aparición (La Salette, Francia).

Una vez agradecida al periódico la posibilidad de “esgrimir mi espada en torno a un magno acontecimiento, ocurrido hace más de un siglo”, el misionero pone de relieve la celebración del primer centenario de “la entronización en Zamora de una hermosa imagen de la Virgen bajo la advocación de la Saleta”, reproduciendo a continuación parte de una crónica, fechada el 30 de septiembre de 1870, de la entronización de la Virgen de la Saleta en la antigua iglesia de la Concepción de Zamora. “Una carta que hace cien años, tuvo resonancia en toda España y en el extranjero, y hoy lamentablemente es ignorancia entre vosotros”, declara.

Desde 1966 he pasado por vuestra ciudad varias veces; con quien quiera que hablé, nada sabía sobre el particular. ¿No es cierto que ha debido ser demasiado mal cultivada, para no haberse podido ver la flor?” se cuestiona, para a continuación esbozar brevemente la llegada de la advocación a la Diócesis de Zamora con “focos de irradiación de esta devoción” en Benavente, Toro y Zamora capital.  “Ahora tiene la palabra la juventud mariana. Las dos anteriores se han conservado a pesar de todo”, interpela.

En los párrafos posteriores Juan Magro hace un recorrido por la historia de la advocación, la aparición, el mensaje, el santuario francés: “por mucho que se diga de este santo lugar no podrá imaginar el lector lo hermoso que es todo ello”.

Finaliza el documento con la siguiente invitación: “Después de conocer toda esta gama de detalles espero que con ocasión de este primer centenario salga de Zamora todo lo que se puede esperar de un pueblo que ama de veras a la Santísima Virgen; sé que en el Obispado recibirán con sumo gusto vuestros deseos de querer obsequiar a la Virgen de la Saleta en este primer centenario que está cumpliéndose”.

Nota: Para contextualizar correctamente el documento es necesario ubicarlo en los avatares sufridos por la imagen de la Virgen de la Saleta de Zamora en su historia. En la fecha de publicación del artículo el grupo escultórico se hallaba despojado de su fin devocional en las dependencias del Museo de Semana Santa, una vez declarada en ruina la iglesia de la Concepción.