– Hch 10, 34a. 37-43. Hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos.
– Sal 117. Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.
– Col 3, 1-4. Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo.
– Secuencia. Ofrezcan los cristianos.
– Jn 20, 1-9. Él había de resucitar de entre los muertos.
El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
Paz a Vosotros. ¡Feliz Pascua de Resurrección, hermanos!