El pasado sábado celebramos por tercer año el rezo del Vía Matris, esta vez en marcado en el inicio del tiempo cuaresmal. Este ejercicio de la piedad popular en el que se meditan las quince estaciones de la Pasión de Cristo desde los ojos de su Madre, propone precisamente a María como modelo de acogida de la Palabra de Dios desde la humildad y la sencillez. Este año, además, la celebración giró especialmente en torno al papel de los jóvenes en la sociedad.
El rezo, que partió de la iglesia de San Andrés, para recorrer la plaza del Seminario y el claustro interior, estuvo guiado por una cruz que se fue deteniendo en las diferentes estaciones de la Pasión. Seis de ellas estuvieron meditadas por diferentes realidades de la Diócesis: Rosa Nieto (madre y catequista de la Parroquia de San Vicente), Miriam Rodríguez (estudiante y catequista de la Parroquia de San Torcuato), Álvaro Gacho (miembro del grupo de jóvenes de la Parroquia de San Lorenzo), Lucía Pinto (del grupo de devotos del Cristo de los Milagros), María Teresa Ares (de la Cofradía del Stmo. Corpus Christi de Zamora) y Asun Codesal (cofrade de nuestra Asociación).
La imagen de la Virgen de la Saleta se expuso para este día en el umbral de la capilla donde recibe culto. Ante Ella se rezaron las estaciones 13 y 14. La última, la de la Resurrección, se efectuó ante el sagrario de la Iglesia. El acto concluyó con la oración a la Virgen y el canto de la Salve.
Desde la Asociación de la Virgen de la Saleta queremos agradecer a todas las personas que han hecho posible esta celebración que nos hermana y nos prepara para vivir más intensamente la Cuaresma. A los hermanos, fieles y cofradías que han asistido, a los que han portado alguno de los elementos, a los que han realizado las meditaciones, a los lectores, a Verónica Calvo y Antonio Crespo, así como al Seminario San Atilano y a su rector, Florentino Pérez, que presidió la celebración.